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Las personas pertenecientes a minorías raciales y étnicas tienen más probabilidades que las personas blancas de enfermarse, ser hospitalizadas o morir a causa del COVID-19. Es importante que usemos todas las herramientas para mantenernos sanos y detener la pandemia. Ahora hay disponibles vacunas seguras y efectivas contra el COVID-19. Sin embargo, hasta ahora, muchas menos personas de minorías raciales y étnicas han recibido la vacuna que las personas blancas. Los datos disponibles muestran que las poblaciones de minorías tienen tasas de vacunación más bajas que los blancos no hispanos. Para ver la información más reciente sobre las características demográficas de las personas vacunadas, visite COVID-19 Data Tracker (en inglés).
La Oficina de Salud de las Minorías del HHS recomienda a las personas elegibles para la vacuna del COVID-19, que se vacunen cuando pueda; no pierdan la oportunidad de protegerse y proteger a las personas que le rodean. Este documento tiene información para ayudar a abordar las inquietudes que pueda tener sobre las vacunas contra el COVID-19, como la seguridad, el costo y los efectos secundarios. Para obtener la información y orientación más recientes, visite el sitio web de los CDC.
Al 3 de mayo de 2021, más de 105 millones de personas han sido completamente vacunadas contra el COVID-19 bajo el más intenso monitoreo de seguridad en la historia de los EE. UU. Para obtener las cifras más recientes de vacunación contra el COVID-19 en los Estados Unidos, visite COVID-19 Data Tracker (en inglés). Sin embargo, algunas experiencias pasadas han causado que las poblaciones de minorías raciales y étnicas desconfíen del gobierno federal y de los sistemas de atención de la salud. En el estudio Tuskegee sobre la sífilis entre hombres afroamericanos, el gobierno de los EE. UU. engañó a los participantes y negó tratamiento a los enfermos. La discriminación por parte de los médicos y otros proveedores de atención de la salud también ha generado desconfianza.
Es importante que las personas pertenecientes a minorías raciales y étnicas se sientan seguras y reciban atención médica de calidad, incluida la vacuna contra el COVID-19. El gobierno federal tiene un proceso y unas normas para asegurarse de que las vacunas contra el COVID-19 son seguras antes de que se administren. Los fabricantes de vacunas contra el COVID-19 deben realizar investigaciones, mediante ensayos clínicos, para garantizar que las vacunas son seguras y eficaces. El gobierno federal también cuenta con sistemas de monitoreo para garantizar la seguridad de las personas que reciben la vacuna. Obtenga más información en Garantizar la seguridad de las vacunas contra el COVID-19 en los EE. UU.
Los ensayos clínicos son estudios de investigación, con voluntarios, que ayudan a contestar preguntas sobre la seguridad y eficacia de medicamentos, vacunas y otros productos médicos. Una vez que los investigadores determinan que los resultados de los ensayos clínicos demuestran que un medicamento, vacuna o dispositivo médico es seguro y eficaz, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) debe aprobarlo antes de que puedan usarse. Durante las emergencias de salud pública como la pandemia del COVID-19, los ensayos clínicos pueden avanzar más rápido, pero igualmente deben cumplir con los altos estándares de seguridad, eficacia y fabricación de la FDA. Obtenga más información sobre el proceso de los ensayos clínicos en The FDA's Drug Review Process (en inglés). Obtenga más información sobre los ensayos clínicos del COVID-19 en:
En el pasado, los ensayos clínicos en los EE. UU. no han incluido suficientes participantes de minorías raciales y étnicas. Es importante probar los medicamentos, las vacunas y otros dispositivos médicos en las personas a las que estos productos están destinados a ayudar. Por lo tanto, es necesario incluir en los ensayos clínicos a personas de diferentes edades, razas, grupos étnicos y sexos.
Decenas de miles de personas participaron en los ensayos de las vacunas contra el COVID-19 que ahora están disponibles. Aunque hasta ahora las poblaciones de minorías raciales y étnicas no están suficientemente representadas en los ensayos del COVID-19, los ensayos de las tres vacunas autorizadas por la FDA (Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson) fueron más diversos que muchos ensayos anteriores de otros medicamentos. Los ensayos demostraron que las vacunas eran igualmente efectivas para todos los grupos raciales y étnicos. En los ensayos clínicos actuales y futuros, el gobierno federal, los patrocinadores de los ensayos y los proveedores de atención de la salud deben asegurarse de que puedan participar más personas pertenecientes a minorías raciales y étnicas.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la FDA también supervisan los sistemas para garantizar la seguridad de las vacunas. Una vez que se aprueba el uso de una vacuna, muchos sistemas de control de la seguridad de las vacunas vigilan los posibles efectos secundarios. Este monitoreo es fundamental para ayudar a garantizar que los beneficios continúen superando los riesgos para las personas que reciben las vacunas. Obtenga más información en Seguridad de las vacunas contra el COVID-19.
La mayoría de estas vacunas se administran en dos inyecciones, una a la vez en dos sesiones separadas. La primera inyección prepara su cuerpo. La segunda inyección se administra al menos tres semanas después para asegurarse de que tenga una protección completa. Si le dicen que necesita dos inyecciones, asegúrese de recibir las dos. No está completamente vacunado hasta dos semanas después de la segunda dosis de una vacuna de dos dosis o dos semanas después de una vacuna de una dosis.
Las vacunas pueden funcionar de forma ligeramente diferente, pero todos los tipos de vacunas autorizadas le ayudarán a protegerse. Obtenga más información en Diferentes vacunas contra el COVID-19.
Las vacunas están ahora más disponibles para todos sin costo alguno. Se recomienda que todas las personas mayores de 12 años reciban la vacuna contra el COVID-19. Cada estado elabora su propio plan para administrar las vacunas. Comuníquese con el departamento de salud de su estado o condado para obtener información sobre el plan de distribución de vacunas del lugar donde vive. También puede utilizar VaccineFinder para encontrar proveedores y farmacias en su estado que ofrezcan una vacuna contra el COVID-19.
El gobierno federal también está colaborando con las farmacias minoristas, centros de salud de la Administración de Recursos y Servicios de la Salud (HRSA, por sus siglas en inglés) y los centros de diálisis para que la vacuna esté disponible. Visite las siguientes páginas web para obtener más información:
El gobierno federal está proporcionando la vacuna de forma gratuita a las personas que viven en los Estados Unidos, independientemente de su estatus de inmigración o si tiene o no seguro de salud. Nadie recibirá una factura por la vacuna contra el COVID-19. Sin embargo, su proveedor de la vacuna puede facturar una cuota de administración a su compañía de seguros, a Medicaid o Medicare. No se le puede negar una vacuna si no puede pagar la cuota de administración de la vacuna.
Ninguna información recopilada para la vacunación puede utilizarse para la aplicación de las leyes de inmigración o para determinar la elegibilidad para los beneficios públicos. Es posible que le pidan su dirección, número de teléfono y otra información personal en su cita de vacunación. Esta información puede usarse para monitorear la seguridad de la vacuna y hacer un seguimiento si usted necesita una segunda dosis de la vacuna. También es posible que le pidan información sobre su seguro médico y Seguro Social, pero no es necesario que proporcione esta información para recibir la vacuna. Los proveedores de vacunas pueden solicitar información sobre su seguro médico y Seguro Social para poder cobrar las cuotas de administración a las compañías de seguros médicos o al gobierno federal.
Algunas personas no presentan efectos secundarios después de recibir la vacuna contra el COVID-19. Muchas personas tienen efectos secundarios leves, como dolor o hinchazón en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, escalofríos o fiebre. Estas reacciones son comunes y son signos normales de que su cuerpo está desarrollando protección. Para la mayoría de las personas, estos efectos secundarios no durarán más de uno o dos días. Tener estos tipos de efectos secundarios NO significa que tenga el COVID-19.
Después de recibir la vacuna contra el COVID-19, se le pedirá que espere de 15 a 30 minutos para que lo puedan observar en caso de que tenga una reacción alérgica grave. En el raro caso de que alguien tenga una reacción alérgica grave, se le proporcionará tratamiento.
Si tiene preguntas sobre su salud después de la inyección, llame a su proveedor de atención primaria, a un médico, una enfermera o una clínica local. Como ocurre con cualquier medicamento, es raro pero posible tener una reacción grave, como no poder respirar. Es muy poco probable que esto ocurra, pero si sucede, llame al 911 o vaya a la sala de emergencias más cercana. Obtenga más información en Posibles efectos secundarios después de vacunarse contra el COVID-19.
Es importante que todos sigan utilizando todas las herramientas disponibles para ayudar a detener esta pandemia a medida que aprendemos más sobre cómo funcionan las vacunas contra el COVID-19 en condiciones reales. Por lo general, el cuerpo tarda dos semanas después de estar completamente vacunado para generar protección (inmunidad) contra el virus que causa el COVID-19. La vacuna no elimina todos los riesgos. Aún puede enfermarse o enfermar a otras personas incluso si está vacunado. Cúbrase la boca y nariz con una máscara y manténgase al menos a 6 pies de distancia de otros cuando esté en público o cerca de otras personas de otros hogares que no estén vacunadas; evite las multitudes, evite los espacios poco ventilados y lávese las manos con frecuencia.
Si está completamente vacunado, puede reunirse en espacios interiores con otras personas completamente vacunadas sin necesidad de usar una máscara o sin estar a una distancia de seis pies. Puede reunirse en espacios interiores con personas no vacunadas de otro hogar (por ejemplo, visitar a familiares que viven juntos) sin máscara, a menos que una de esas personas o alguien con quien vivan tenga un mayor riesgo de enfermedad grave por el COVID-19. Puede reunirse al aire libre sin usar una máscara, excepto en ciertos entornos concurridos. Encuentre la guía más reciente en Luego de recibir la vacuna completa.
El gobierno federal continúa investigando la eficacia de las vacunas contra el COVID-19: en qué medida evitan la propagación del virus, cuánto tiempo protegen y en qué medida son eficaces contra las nuevas variantes del virus. Los virus cambian constantemente a través de la mutación y se espera que aparezcan nuevas variantes de un virus con el tiempo. Encuentre la información y guía más recientes en Vacunas contra el COVID-19.
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